Lo que más me gusta del otoño es poder empezar a tomar platos de cuchara, hasta que no empecemos con cosas más contundentes, esta es una opción ideal para tomar templada o bien calentita.
INGREDIENTES:
- 400 grs de garbanzos secos
- 150 gr de calabaza
- 3 o cuatro zanahorias
- 1 diente de ajo
- un trozo de puerro (la parte blanca)
- 1/2 cebolla
- Sal
- Aceite de Oliva Virgen Extra
- Agua
- Hierbabuena
ELABORACIÓN:
La noche anterior ponemos los garbanzos en remojo en abundante agua, como mínimo han de estar 10 horas, pero también dependerá de la variedad de garbanzos que utilicéis.
Una vez ablandados los garbanzos, los lavamos en abundante agua fría, los ponemos en la olla con un litro de agua aproximadamente, sal, un diente de ajo, el trozo de puerro y la calabaza y la zanahoria pelada. Cocemos un par de horas hasta que estén blandos dependiendo de la olla, el agua y los garbanzos o media hora si los hacemos en la olla express , hasta que estén blandos pero firmes.
Cortamos la cebolla en gajos muy muy finitos, picamos los ajos en trocitos muy pequeños, los ponemos al fuego en una sartén con un chorro de aceite de oliva y los pochamos a fuego lento hasta que la cebolla este dorada y tierna pero sin que se queme.
Una vez que los garbanzos estén cocidos, sacamos algo de agua de la olla si vemos que tiene demasiada e incorporamos el sofrito, comprobamos el punto de sal y rectificamos si fuera necesario. Dejamos cocer el conjunto unos minutos para integrar los sabores, espolvoreamos con la hierbabuena recién cortada y servimos inmediatamente.
Podéis jugar con las verduras que más os gusten , añadirle chirivía, boniato, y especiarlo un poquito con cominos, curry... lo que más os guste .
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