Cuenta la leyenda que el padre Sarmiento en una visita al Monasterio de O Couto fue agasajado con un guiso de pimientos teniendo la fatal fortuna de comer uno de picor infernal, por lo que el prior del monasterio le encargo al propio San Martiño que los pimientos no volviesen a picar. Este le dijo que tuviese fe que no volverían a picar, entre la fe y la genética consiguió este milago.
La realidad es que es una variedad de pimiento que por su escasa producción, no se cultiva fuera de esta zona, y gracias a la selección practicada por los agricultores locales, ha conseguido mantenerse a salvo de las hibridaciones indeseadas y de la capsicina, sustancia culpable del picor. Además las suaves temperaturas sin grandes alteraciones térmicas durante todo el año, inciden en su escaso espesor y la textura de su pared.
Estos pimientos han conseguido la Indicación Xeográfica Protexida y para que lleguen la mercado tienen que medir entre 4 y 8 centímetros de longitud y no sobrepasar los 2 centímetros y medio de diámetro, además de ir etiquetados con el sello garantía. Ahora que ya sabéis como comprarlos, vamos a por la receta.

INGREDIENTES:
- Una bolsa de pimientos de O Couto (400 grs)
- Aceite de Oliva Suave
- Sal Gorda
ELABORACIÓN:
Lavamos los pimientos en abundante agua fría enteros, sin quitarle el rabito y los secamos muy bien.
En una sarten grande calentamos el aceite a fuego medio, añadimos los pimientos (si no caben todos juntos los freiremos por tandas), el aceite no debe de estar muy caliente por que se queman con facilidad.
Les vamos dando vueltas para que se hagan por igual hasta que veamos que la piel se vuelve blanquecina y se empieza a arrugar, en cuanto empiecen a tomar algo de color tostado los retiramos del fuego con la espumadera. Los escurrimos sobre papel absorvente para retirar el exceso de aceite.
Servimos inmediatamente en una fuente espolvoreados con sal gorda. Con una estrella de galicia, el aperitivo gallego por excelencia, con el permiso de la empanada claro está.
NOTAS:
Con esta fritura conseguimos que el pimiento esté "al dente", si los preferís más tiernos sólo tenéis hacerlos a fuego más suave y con la sartén tapada.
Si os interesan otros platos tradicionales gallegos podéis ver las sardinas a la brasa, o la receta de pulpo de mi familia.
No hay comentarios
Publicar un comentario