Esta receta cae para cenar casi una vez a la semana en invierno, es fácil , de las que me encanta enseñaros porque la puede hacer cualquiera, se puede preparar con antelación y recalentar en el último momento y es un disfrute de sabores, la mezcla ácida de los tomates y dulce del pimiento hacen una combinación estupenda y simplemente tienes que añadirle un buen bonito en lata o un huevo cocido y ya tienes un plato de diez.
INGREDIENTES:
- Tres pimientos rojos bien hermoso o cuatro si son más pequeños.
- 500 gr de tomates cherry
- sal
- cuatro huevos cocidos o
- dos latas de bonito en aceite de oliva
ELABORACIÓN:
Precalentamos el horno, calor arriba y abajo unos 180 grados.
Mientras se calienta el horno, lavamos y secamos los pimientos y los tomates, los colocamos en dos fuentes hondas que puedan ir al horno (tanto los pimientos como los tomates sueltan mucha agua).
A la media hora aproximadamente, sacamos los tomates, sabremos que están listos porque la piel se rompe y se arruga y habrá bastante líquido en la fuente, reservamos.
Les damos la vuelta a los pimientos para que se asen uniformemente, los dejamos otra media hora más.
Pasado este tiempo pinchamos con un cuchillo y si vemos que están bien blandos los sacamos del horno, con cuidado de no quemarnos los colocamos sobre un plato, les quitamos con cuidado la piel, el tallo y las semillas, los cortamos en tiras y los volvemos a colocar en la fuente con el agua que han soltado.
Mezclamos los tomates asados y su jugo con los pimientos, salamos y mezclamos bien. Servir inmediatamente.
NOTAS:
Podemos acompañarlos con un huevo cocido o con un buen bonito en aceite de oliva o utilizarlos así solos de guarnición.
Personas: 4
Tiempo: 1 hora aproximadamente
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