Cuando pinté las cajas de fruta de madera, me dejé unas cuantas pintadas sin saber muy bien que hacer con ellas, ahora que ha finalizado el curso nos han devuelto un montón de libros que habíamos prestado al cole y decidí reordenar un poco la biblioteca de los bichitos.
Los lápices, ceras, rotuladores, afilas, gomas, etc también estaban todos mezclados y desordenados, así que los metí en macetas y botes de crema de nutella de plástico bien limpios. Para que resultase más cómodo metí todo eso dentro de otra caja.
Así que hice dos cajas una para los libros que más usan en ese momento, y otra con botes llenos de materiales para colorear.
El proceso del paso a paso ya os lo puse en esta entrada, betún de judea y pintura blanca, lo único que he añadido son unas cintas de Masking Tape y con un rotulador negro escribí el nombre de lo que contiene la caja.
Como sé que os van a gustar os diré que gracias a El mundo en una caja de cerillas, a quienes dedicaré otro post otro día, he descubierto una marca nueva de masking tape preciosísima.
Se llama Shinzi Katoh y tienen unos dibujos más que preciosos, conteniéndome mucho sólo compré estos tres, porque me hubiese llevado todos.
Ya veis que con muy poquito esfuerzo podemos reciclar y dar un segundo uso a objetos cotidianos que habitualmente terminan en la basura , y vosotr@s, ¿ os habéis animado a reciclar cajas ?
Paula, ¿eres murciana o cartagenera? tu referencia a El mundo en una caja de cerillas me ha dado la pista. Un placer situar a otra bloguera de la zona
ResponderEliminarHola soy gallega, más bien ferrolana pero cartagena de adopción desde ya hace unos cuantos años, una ciudad que con el tiempo se ha vuelto muy hermosa y que nos acoge a los foraneos con mucho cariño. :-)
ResponderEliminarQueda todo super ordenado! Es una buena idea! Un beso
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