BOLLOS HOLANDESES DE CANELA

Los que me seguís sabéis de mi fijación/obsesión por los rollitos de canela y la bollería escandinava, creo que he publicado unas cuantas recetas con  rollitos: con cacao y naranja amarga, con frambuesas,  al  estilo finlandés o con nueces y arándanos, son mi desayuno favorito con mucha diferencia así que a pesar de no ser rosas ni tener forma de corazón no podían faltar en esta semana especial de San valentín.

La receta que os voy a enseñar hoy es del libro El Pan Casero de Iban Yarza, son los rollitos de canela pero al revés, en lugar de tener el relleno de canela y azúcar por dentro, lo llevan por fuera, el azúcar moreno se va fundiendo al fermentar y al introducirlos en el horno salen caramelizados por fuera y muy suaves por dentro, un resultado espectacular. 

INGREDIENTES:

• 500 grs de harina de fuerza
• 230 grs de leche entera
• 80 grs de mantequilla
• 1 huevo
• 25 grs de azúcar blanquilla
• 10 grs de elvadura fresca
• 8 grs de sal
• 150 grs de azúcar moreno
• 2 cucharadas soperas de canela molida 
• Una cucharadita de semillas de cardamomo machacadas

ELABORACIÓN:

Mezclamos la harina, la leche, la mantequilla, la sal, la levadura, el azúcar blanquilla y el huevo. Mezclamos bien todos los ingredientes y obtendremos una masa un poco pegajosa, la dejamos reposar 10 minutos.

Transcurrido ese tiempo empezamos a amasar, al cabo de un par de minutos dejará de pegarse, amasamos unos diez  minutos plegándola sobre si misma y haciéndola rodar suavemente sobre la mesa hasta obtener una masa fina y satinada. La dejamos fermentar durante una hora y media hasta que hinche bastante, casi hasta doblar su volumen. 

Una vez haya fermentado la pasamos a la mesa, la desgasamos y la amasamos durante unos 20 segundos con mano firme. Dividimos las masa en porciones de unos 100grs y las boleamos. Les damos forma de bola amasando hasta obtener una bola lisa con un recogido en forma de esperial en la parte inferior.

Las dejamos reposar 10 minutos, mientras mezclamos el azúcar moreno, el cardamomo y la canela, esparcimos la mezcla uniformemente por la mesa de trabajo. 

Con cada bola formamos un palo de unos 20 cms de lago, lo hacemos rodar con las dos manos sobre la mezcla de azúcar  estirándolo hasta que mida unos 40 cms, intentando retorcerlo para que cojan el máximo azúcar posible.

Enrollamos cada palo en forma de espiral y lo disponemos sobre una hoja de papel de hornear, los aplastamos firmemente con la mano y los espolvoreamos con más azúcar y canela. Los dejamos fermentar hasta que doblen su volumen.

Horneamos durante unos 8 minutos a 240 ºc, los sacamso del horno y los dejamos enfriar unos minutos antes de darles la vuelta. Servir recién hechos.

 

NOTAS:

Tienen un punto de sal riquísimo que casa la perfección con la canela y el azúcar.

La receta original lleva ralladura de limón para aromatizar, yo no pude resistirme a cambiarlo por semillas de cardamomo, también podéis ponerle nueces picadas o melaza.

El horneado corto a fuego fuerte hace que se hagan pero que la miga quede esponjosa, hay que vigilarlos bien de cerca para que no se queme el azúcar, que se caramelice pero sin quemarse.

Como el tiempo de horno es muy corto una vez que les hemos dado forma se puede levar en frío toda la noche en la nevera dejar atemperar fuera unos 40 minutos y hornear, así podemos disfrutarlos recién hechos por la mañana.

Tiempo: 4 horas (elaboración + levados)

Unidades: 10