Después del empacho dulce de la semana pasada esta semana tocan recetas saladas, después de las albóndigas de pescado para niños del lunes, hoy un clásico carnívoro de la gastronomía gallega.
No es en absoluto una receta de dieta, pero para pegaros un día un homenaje es ideal, es una receta sencilla, sin pretensiones aunque conseguirá que rebañeis el plato. El truco es que la carne este dorada por fuera pero jugosa por dentro, parece fácil pero no lo es, por eso se hace a fuego fuerte para que no pierda los jugos.
No es en absoluto una receta de dieta, pero para pegaros un día un homenaje es ideal, es una receta sencilla, sin pretensiones aunque conseguirá que rebañeis el plato. El truco es que la carne este dorada por fuera pero jugosa por dentro, parece fácil pero no lo es, por eso se hace a fuego fuerte para que no pierda los jugos.
INGREDIENTES:
- 1 kilo de carne de cerdo
- 2 o 3 dientes de ajo
- 5 Patatas gallegas grandes
- 1 cucharada de orégano
- 1 cucharada de perejil
- Una copa de vino blanco
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
ELABORACIÓN:
Picamos los ajos y las especias bien picaditos. En un mortero preparamos un adobo con los dientes de ajo, la sal, el orégano, el perejil, el vino y un par de cucharadas de aceite de oliva.
Cortamos la carne en trozos pequeños, la colocamos en un fuente honda y la cubrimos con el adobo, removemos bien para que se impregne por todas partes, tapamos con papel film y lo dejamos reposar en la nevera un par de horas por lo menos.
Pasado este tiempo escurrimos bien la carne reservando el líquido, que después utilizaremos, ponemos en una sartén un par de cucharadas de aceite de oliva a fuego fuerte, ponemos la carne y la dejamos que se haga hasta que esté tostadita, unos cinco minutos. Añadimos el líquido y lo dejamos evaporar , vamos removiendo la carne para que se impregne bien por todas otros cinco minutos. una vez listo lo tapamos y lo dejamos reposar unos minutos. Mientras freimos las patatas.
Servir en una fuente con una cama de patatas fritas y por encima la carne.
NOTAS:
La carne es una cinta de lomo normal y corriente, a mí me gusta cortada en trocitos pequeños por que se hace mejor.
Yo en este caso la hice sin perejil porque no tenía, y como véis al picar el ajo muy pequeño desaparece totalmente.
No seais rascas con las patatas que un día es un día y con la salsita que suelta la carne están buenísimas.
Personas: 4
Tiempo: 20 minutos
Recordad que podéis participar en el sorteo dejando vuestro comentario en este post.
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Esta receta seguro que les apasiona a mis hijos!!
ResponderEliminarLos niños se la comen sin chistar! Son trozos pequeñitos, casi de bocado y patatas fritas, éxito seguro!
EliminarNi había oído hablar del Raxo, tiene una pinta buenísima (no sólo la foto sino también la descripción de la receta) Y por supuesto que patatas gallegas, cada vez que se pueda!!! Me ha encantado lo de ser "rascas"
ResponderEliminarMara en Galicia es como el Pulpo, un clásico, esta buenísima, y es que ya puestos a ponernos morados pues disfrutar de una buen ración de patatas fritas, que casi están más buenas que la carne :-) Bs
EliminarAins Paula!!! Que morriña me está entrando al ver tu raxo!!!! Mmmmmm, que rico!!!!
ResponderEliminarUn besito,
Sandra von Cake
jajaja pobre!! un beso, es que estas recetas tan ricas de la tierra....te hacen olvidarte hasta de las ciclogénesis!!
EliminarGracias Lore, ya sabes anímate a prepararlo!
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