22 abril 2016

¿ DESAYUNAMOS JUNTOS ? ¿Nos MOLESTAN los NIÑOS?


¡Buenos días! Hoy como todos los viernes os invito a desayunar en mi casa, ¿os animáis a coger vuestro café y tomároslo conmigo?

Bizcocho de naranja y chocolate


Si estuviésemos desayunando juntos os contaría  que cuando yo no tenía niños era muy crítica con los niños gamberretes, Dios me recompensó con dos terroristas en toda regla que no son capaces de estarse más de dos minutos quietos en ningún sitio. A pesar de eso y del trabajo que nos cuesta que se porten bien en la mesa, nos gusta llevárnoslos a comer por ahí, intentamos que molesten lo menos posible ( a medida que van creciendo es más fácil) y que sean educados pero no siempre es posible. Creo que para que de mayores sepan como comportarse en un restaurante y disfruten de comer de todo, hay que salir de casa de pequeños, probar comidas nuevas, nuevas preparaciones y nuevos sabores. No sólo es un momento de disfrute, sino una parte de su educación, por eso aluciné al leer que hay restaurantes que prohiben la entrada a los niños, sobre todo porque muchas veces cuando salimos a comer o a cenar por ahí nos encontramos con adultos maleducados, chillones o ruidosos a los que nadie les llama la atención. 

Si estuviésemos desayunando juntos os contaría que ya nos ha pasado alguna vez que nos han cambiado de sitio por ir con niños. En una ocasión comiendo en una terraza con un grupo de amigos y bastantes niños, sin ni siquiera habernos sentado y sin que los niños hubiesen abierto la boca, los adultos que teníamos de vecinos pidieron al camarero que cambiasen a los niños de mesa, por si acaso, tuvieron la mala suerte de que se puso a llover y nos tuvieron que acomodar a todos bien juntitos en el interior del restaurante ;-).

Si estuviésemos desayunando juntos os diría  que una de las lecciones más importantes que he aprendido con la maternidad es a no juzgar a nadie, cada uno educa como puede o como mejor sabe a sus hijos y desde luego no siempre la culpa es de los padres, cada niño es un mundo y lo que funciona para uno para otro no. Pero lo que no podemos olvidar es que los niños de hoy serán los adultos de mañana, así que nos toca educarlos entre todos y a veces esa educación, es tolerar las patadas del niños del vecino en el cine, los llantos de algún bebe cuando viajamos o el griterío cuando salimos a comer. Yo creo que las familias no tenemos que escondernos ya que formamos una parte muy importante de la sociedad.

Si estuviésemos desayunando juntos os diría para terminar que me encanta esta reflexión de Más allá del Rosa o Azul, es una fase a la que te cuesta llegar, sobre todo cuando son pequeños y son los primeros, ese momento en el que todo el mundo opina y parece que sabe más que tú. En ocasiones cuando estamos inmersos en la crianza de nuestros hijos se nos olvida que lo más importante para ellos somos nosotros y que nuestro criterio es el que debe de prevalecer. Por eso voy a seguir saliendo a comer con los niños aunque a veces se me atragante la comida de perseguirlos y regañarles por que otras veces nos regalan momentos mágicos de compartir en familia.

¡Buen fin de semana! Ya sabéis que nos vemos por aquí el sábado que hay entrada especial del día del libro y el domingo con el reto #52 semanas de libros.

PD, la receta del bizcocho de chocolate y naranja del desayuno de hoy la tenéis aquí

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