Por eso tengo que probar todas las recetas que caen en mis manos, como esta de Linda Lomelino. Me ha gustado esta receta porque con respecto a la que yo solía hacer esta lleva mucha más leche, no lleva huevo y tanto en la masa como en el relleno lleva muchísimo menos azúcar, lo que me parece mucho más sano. Aunque yo no los rellené con las natillas como la receta original el resultado sigue siendo unos bollos tiernos y esponjosos con un relleno dulce pero no empalagoso que son una auténtica delicia para el desayuno.
INGREDIENTES:
Para la masa:
- 20 gr de levadura fresca
- 250 ml de leche
- 75 gr de mantequilla en pomada
- 70 gr de azúcar blanquilla
- 390 gr de harina de trigo
- 1/4 de cucharita de sal
- 45 gr almendras molidas
- 2 cucharadas de agua
- 60 gr de mantequilla en pomada
- 1 cucharada de canela en polvo
- 1 pizca de sal
Para el acabado:
- 1 huevo para pintar
- Azúcar perlado
ELABORACIÓN:
Desmenuzamos la levadura un bol. Calentamos la leche hasta que alcance unos 37º de temperatura (si ponéis una gota en el dorso de la mano no debe de quemar) y la vertemos sobre la levadura. Revolvemos hasta que se disuelva completamente, añadimos la mantequilla, el azúcar, la sal, el cardamomo y la harina. Amasamos durante unos quince minutos si tenemos amasadora, o unos 20 minutos si la amasamos a mano, hasta conseguir una masa elástica, suave y brillante que no se pegue. Cubrimos el bol con un paño de cocina y la dejamos levar en un lugar templado y libre de corrientes hasta que duplique su tamaño, de 60 a 90 minutos.
Mientras leva preparamos la pasta de almendras. En un bol ponemos la almendra molida, dos cucharadas de agua y el azúcar, removemos hasta que forme una pasta. Añadimos la mantequilla, la canela y la sal y mezclamos hasta que estén todos los ingredientes bien integrados. Reservamos.
Precalentamos el horno a 200ºc, calor arriba y abajo. Enharinamos la superficie de trabajo, amasamos la masa un minuto hasta que este suave y lisa. Con la ayuda del rodillo estiramos la masa hasta formar un rectángulo de aproximadamente unos 48x 25 cms. Untamos la masa con la mezcla de almendras y lo enrollamos bien apretado sobre el lado largo. Cortamos unos 12 rollos. Engrasamos un molde redondo o lo forramos con papel de horno. Colocamos los rollos separados entre sí para que tengan sitio para levar, cubrimos el molde con un paño y los dejamos levar durante unos 40 minutos.
Una vez hayan levado los pintamos con el huevo batido, los espolvoreamos de azúcar perlado y los horneamos en la parte baja del horno durante 30 minutos. Si vemos que se doran demasiado los tapamos con papel de aluminio. Los dejamos entibiar antes de consumir.
NOTAS:
En lugar de hacer un sólo molde podéis hornearlos en dos moldes más pequeños.
Al no llevar glasa yo os recomiendo que os los toméis en el día, ya que al día siguiente se endurecen. De todas formas congelan estupendamente por lo que una vez fríos los podéis guardar en el congelador y tener siempre a punto uno para el desayuno.
Si queréis otros rellenos podéis untarlos de cacao y mermelada o frambuesas.
Una receta deliciosa para empezar la semana con alegría, para intentar hacer de este lunes un día un poco más dulce.
que buena pinta!!!!!!!!!
ResponderEliminarCarol son mi debilidad! Están buenísimos ;-)
EliminarQué pinta! Me lo apunto!
ResponderEliminarhttp://mysecretshopping.blogspot.com.es/
Lo dicho, yo es que de vez en cuando tengo que comerme uno y después de la semana pasada necesitaba ración de dulce. ;-)
EliminarPaula que obra tiene ! Yo quiero un trozo, je,je bssss
ResponderEliminarMacamen es muy fácil, mucho más de lo que parece y una vez que los pruebes ya no vas a poder dejar de hacerlos, te lo digo por experiencia ;-)
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