INGREDIENTES:
- 250 g de harina de espelta integral
- 120 g de panela
- 400 g de plátanos pelados
- 55 g de nueces
- 2 huevos
- 100 ml de aceite de oliva suave
- 1 cucharadita de levadura química
- 1/4 de cucharadita de bicarbonato sódico
- 1 cucharadita de canela
- 1/4 de cucharadita de sal
- 1 cucharadita de pasta de vainilla
- 1 plátano entero para adornar
ELABORACIÓN:
Precalentamos el horno a 180 c, calor arriba y abajo.
En un bol mezclamos la harina, la panela, la levadura química, el bicarbonato, la canela y la sal, reservamos.
En otro bol batimos los huevos e incorporamos el aceite y la vainilla. Trituramos los plátanos con la ayuda de un tenedor hasta formar una pasta y los incorporamos a la mezcla de los huevos.
Incorporamos la harina removiendo para que no se formen grumos, por último añadimos las nueces y vertemos la masa en un molde previamente engrasado.
Alisamos la superficie y colocamos el plátano restante partido a la mitad a lo largo. Horneamos durante una hora.
Dejamos enfriar diez minutos antes de desmoldar y lo dejamos enfriar en una rejilla totalmente antes de cortar.
NOTAS:
Este bizcocho dura muchísimo, así que es perfecto para que os acompañe durante los desayunos de toda la semana.
El truco para que esté bueno es que los plátanos estén muy maduros, que es lo que le va a dar dulzor a la receta, es un bizcocho para aprovechar plátanos maduros, si los que tienes están verdes no te quedará igual.
Otro truco para que quede jugoso, es no batir la harina en exceso, simplemente añadimos los ingredientes secos mezclando lo justo hasta que estén integrados. En general, en repostería si batimos en demasía la harina hará que el bizcocho se quede mazacote.
Podéis cambiar las nueces por chips de chocolate, que también le quedan muy bien.
A mí me encantan los bizcochos con fruta, si queréis otras combinaciones podéis probar el este de manzana y almendra, este de fresas, este de calabaza y plátano o el clásico de naranja.
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