Si estuviésemos desayunando juntos os diría, que esta semana ha habido dos noticias que han elevado la chulería a las primeras planas, una tiene que ver con Trump (como no) y el feo que le hizo a Angela Merkel, la otra con Pablo Iglesias y su vocabulario. Como bien dice Borja Hermoso, ambos personajes adolecen de ese mal de creerse superiores al otro, de pensar en los demás como seres inferiores, y de una flagrante falta de educación y cortesía. El uno con sus gestos, el otro utilizando un vocabulario soez que rebaja al fango, el ya desastrado debate político español.
Si estuviésemos desayunando juntos os diría, que la semana pasada fui a ver La Bella y La Bestia, esta nueva versión me ha gustado mucho, me ha encantado el importante mensaje sobre la independencia de las mujeres como bien apunta Alba Alonso, a pesar de las princesas, los castillos y los monstruos. Me ha gustado como Belle no hace lo que se supone que debe de hacer, casarse con el guapo y chulesco Gastón, otro personaje prepotente y cruel, para encontrar la belleza y el amor en el interior del monstruo.
Si estuviésemos desayunando juntos os diría, que me ofendo cuando la gente dice que lo que quieren las feministas es igualdad, yo creo que no. Las mujeres no queremos ser iguales que los hombres, lo que queremos es el lugar que nos merecemos en las cúpulas de poder, poder debatir nuestros propios problemas a lo largo y ancho del mundo, ¿habéis visto estas dos fotos, Arabia Saudí, EE UU? hay mayor sinsentido que dos consejos políticos opinando sobre problemas de mujeres, donde no hay ni una sola mujer. Creo que los líderes (masculinos) deberían de aprender de las mujeres, si no se les ocurre como les dejo unos cuantos discursos de mujeres inspiradoras, porque no nos hace falta utilizar la chulería para hacernos respetar.
Buen fin de semana.
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