Si estuviésemos desayunando juntos, hoy si voy a hablar de la justicia y de las leyes.
Si estuviésemos desayunando juntos, os diría que después de reflexionar durante toda esta semana, los casos de Rato y Urdangarín me han hecho pensar mucho en nuestro ordenamiento jurídico, en las leyes y en su aplicación. Por un lado, tengo una formación jurídica, así que no puedo evitar pensar que hay que leerse bien las sentencias y entender bien las circunstancias personales de cada reo, antes de emitir una opinión, que hay que acatar los pronunciamientos de los jueces que para eso son profesionales de la justicia. Pero, por otro lado, soy ciudadana y claro, por mucho que mi parte racional quiera tomar el mando, en estos casos no dejo de indignarme, porque creo que la justicia debe de ser igual para todos, y al igual que se aplicó duramente en el caso de Isabel Pantoja se deberían de haber aplicado medidas cautelares mucho más duras, tanto en el caso del cuñadísimo, como en el del ex-banquero que se echaba la siesta en saunas a costa de su tarjeta black. Porque para que la ley sea justa no siempre puede aplicarse igual.
Si estuviésemos desayunando juntos, os diría que esta mañana escuché atónita como la Unión Europea va a pedir más expulsiones de inmigrantes, ¿cómo podemos pensar en expulsar a menores no acompañados sin saber a donde los mandan?. Hemos hecho un esfuerzo brutal para lograr llegar a una Unión Europea con normativas homogeneizadas en muchos campos, un esfuerzo que nos ha dado seguridad jurídica en muchos ámbitos, y ahora, ¿vamos a tirar todo por la borda, volviendo a una unión meramente mercantil ?.
Si estuviésemos desayunando juntos, os diría que mientras haya personas como Iratxe García dispuestas a poner en su sitio a energúmenos como el eurodiputado polaco Janusz Korwin-Mikke, no está todo perdido, nos queda una luz para la esperanza y que poco a poco, cambiaremos.
Buen fin de semana, nos vemos.
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