La receta de hoy fue fruto de la pura casualidad. Os pongo en antecedentes, tarde tonta medio nublada,
invitamos a unos amigos de los bichitos a merendar en casa de los
abuelos, donde hay un manzano que da unas espectaculares manzanas rojas pero
que tardan todo el verano en crecer y madurar. Los niños se aburrían y
yo, ilusa, les propuse recoger las manzanas que encontraran por el
suelo, las recogieron todas, las del suelo y las del árbol,
completamente verdes sin madurar. Menos mal que son pequeños y no llegaban muy alto, que sino no hubiésemos podido probar ni una en condiciones.
Encontré esta receta de Virgina de Sweet and Sour que fue mi salvacción porque sino, no sé que hubiese hecho con la tonelada de manzanas verdes que me encontré.
Ahora tengo un montón de botes de jalea que me vendrán de perlas cuando me ponga con las mermeladas de invierno. Os preguntaréis que para que sirve especialmente esta jalea, pues bien la manzana es la fruta que tiene más pectina, ingrediente fundamental de las mermeladas.
La pectina es una fibra natural que al unirse con los azucares y los ácidos de las frutas, forma un gel. Así que, como muy bien nos explica Virginia aquí, si la añadimos a nuestras mermeladas caseras, lo que vamos a conseguir es espesar de forma natural nuestras conservas, añadiendo menos azúcar, y disminuyendo el tiempo de cocción, con lo que conseguimos mermeladas más sabrosas y con mejor color.
Hay frutas como la pera que tienen muy poca pectina, así que necesitamos añadírsela de alguna manera, en el libro que nos recomienda Virginia Mes Confitures de Christine Feber, se consigue añadiendo un 1% o 2 % del peso de la fruta de esta jalea, por ejemplo para 1 kg de peras necesitamos 100 grs. de jalea, también os sirve para pintar las tartas de fruta y conseguir brillo, como en esta tarta de melocotones. Vamos con la receta.
INGREDIENTES:
- 1,5 kg Manzanas Verdes
- 1,5 l de agua.
- 1 Kg de azúcar.
- El zumo de 1 limón
ELABORACIÓN:
Lavamos las manzanas con agua fría, retiramos el rabito y cortamos en cuartos sin pelar. Las ponemos en una olla grande cubiertas por el agua. Cuando el agua empiece a hervir, las dejamos hirviendo a fuego suave durante media hora.
Colamos el jugo, pasando la preparación por el chino y colando una segunda vez pasando el jugo por una estameña fina humedecida en agua. Reservamos la pulpa.
Medimos 1 litro del jugo obtenido, añadimos el zumo de limón y el azúcar y ponemos a hervir durante 5-10 minutos. Desespumamos y volvemos a llevar a hervir. Llenamos los botes que previamente hemos esterilizado, colocandolos boca abajo hasta que estén completamente fríos.
NOTAS:
Aunque es laboriosa sale un montón de botes, yo hice dos litros de jugo y llené unos ocho botes, así que merece la pena pasar una tarde entretenidos en la cocina y tener la despensa bien cubierta.
La semana que viene os enseñaré que hice con la pulpa que sobra, que como ya sabéis en esta casa no se tira nada.
Es una idea genial para hacer con las manzanas verdes!!!
ResponderEliminarUn besito,
Sandra von Cake
Sii, ahora estoy maquinando a ver con que mermelada la estreno.
EliminarUn beso
No sé por qué el blogger no me ha avisado hoy de las entradas nuevas! He entrado por costumbre y me he visto con esto. Me encanta, mi suegra hace todos los años jalea de mora y es puro vicio. A mí me gusta mucho la de manzana para dar brillito a las tartas de manzana, que no me gusta que sepan a la mermelada de albaricoque.
ResponderEliminarUna pregunta: dices que reservemos la pulpa ¿qué haces con ella? ¿es para el segundo hervor?
Vale, acabo de leer el final de la pulpa!!! Estaba tan estresada de que casi me había perdido lo de hoy que no me lo había leído (pensé que era despedida!!!)
ResponderEliminarHola Mara! Ya me parecía raro que no te pasases pore aquí, la semana que viene os enseñaré!
EliminarSoy una fans de las mermeladas!!! Me encanta ésta, muchas gracias por la receta. Saludos y me alegro que hayas vuelto.
ResponderEliminarGracias Isabel!!
EliminarUna idea fantástica! Un beso
ResponderEliminar