SCONES de FRAMBUESAS

Sois muchas las que me preguntáis si me como todo lo que cocino, pues bien la respuesta es sí. Las recetas que publico son recetas básicas en mi cocina o recetas que he hecho unas cuantas veces para ver que funcionan antes de compartirlas, pero esto no significa que algunas cosas tengan truco.  

Normalmente hago recetas grandes cuando tengo suficientes "ayudantes", pero cuando los comensales no son suficientes para ayudarme hago menos cantidad o como la receta de los scones de hoy, no me los como todos juntos, los congelo. Después, cuando quiero darme un homenaje o tengo un mal día y necesito un poco de ánimo,  simplemente los descongelo, les doy un calentón en el tostador y a disfrutarlos como si fuesen recién hechos. 

Yo soy muy fan de estos panecillos típicos de Escocia, aunque los originales son redondos, los caseros también se hacen con forma triangular  y son estupendos para acompañar el te de la tarde, tanto con dulce como con salado.

 INGREDIENTES:

• 300 grs de harina
• 60 grs de Azúcar
• 2 cucharaditas de Levadura tipo Royal
• 1/2 cucharadita de Sal
• un Huevo
• 70 grs de Mantequilla fría
• 125 ml de Buttermilk
• una cucharadita de pasta de vainilla
• 100 grs de frambuesas congeladas 

ELABORACIÓN:

Precalientamos el horno a 190ºC y colocamos la rejilla en el centro del horno.

En un bol mezclamos la harina, con el azúcar, la levadura y la sal. Añadimos la mantequilla y mezclamos con ayuda de los dedos, hasta que la mezcla tenga una textura como de migas. Reservamos.

En otro bol mezclamos los huevos con el buttermilk y la vainilla. Mezclamos ambos preparados lo justo para integrar pero sin sobremezclar. Dejamos enfriar 15 minutos en la nevera. Añadimos las frambuesas congeladas y mezclamos.

Enharinamos la superficie de trabajo, estiramos haciendo un círculo de aproximadamente 18 cm y cortamos ocho trozos. Ponemos las piezas en el horno y horneamos unos 18 minutos, hasta que estén dorados. Retiramos del horno y deje enfriar en una rejilla. 

NOTAS:

Son excelentes si se toman recién hechos, acompañados de una mermelada casera y clotted cream o mantequilla, son todo un manjar.

Las frambuesas se utilizan congeladas porque así no se rompen y aguantan enteras al mezclarlas en la masa.

Si la masa al estirarla se os queda pegajosa aunque esté fría, no añadáis más harina, ponedla entre dos hojas de papel film y se estirará más fácilmente.

Y vosotros, ¿Qué sorpresas guardáis en el congelador?