¿DESAYUNAMOS JUNTOS? #el HORROR no debe de ser COTIDIANO

¡Buenos días! Hoy, como todos los viernes, os invito a desayunar en mi casa, ¿os animáis a coger vuestro café y tomároslo conmigo?

Si estuviésemos desayunando juntos os diría que hoy como todos los viernes toca ponerse intensa, de verdad que yo intento que los desayunos sean menos densos, pero no me sale.  En esta época navideña que se ha convertido en un auténtico frenesí consumista, yo no dejo de pensar en las personas de Alepo y de darle vueltas a la guerra de Siria. Ayer mantenía una larga charla con el Sr. Bicho sobre el tema, yo no soy ni política, ni diplomática, ni militar por lo que no sé cual es la solución, pero no entiendo ni comparto la tibieza y la pasividad de la comunidad internacional que ha permitido la masacre de la población civil hasta límites insoportables. No apoyo ni la postura de los rebeldes ni a Bashar al-Ásad, no creo que unos sean los buenos y otro el malo, lo que creo es que entre todos los que hemos mirado para otro lado, hemos conseguido que Siria sea la peor guerra de este s. XXI. Guerra si, porque como dice Rodhes a las cosas hay que llamarlas por su nombre.

Si estuviésemos desayunando juntos, os diría que pienso que la mayoría de las revueltas de la primavera árabe han sido un fiasco, se han derrocado dictadores sí, pero en muchos casos eran dictadores laicos. Ahora el islamismo radical campa a sus anchas en muchos de esos países y no creo que en la práctica, se haya implantado ninguna mejora democrática significativa, en los países en los que la revolución se impuso. La situación de las mujeres es la misma o peor, y ya no digamos de los niños, pero lo de Siria es de otro planeta.

Si estuviésemos desayunando juntos, os diría que yo soy de la generación que puso todos sus anhelos en el crecimiento de la Unión Europea, que soñaba con que la Unión fuese un grupo fuerte, una tercera potencia capaz de hacer frente a EEUU y a Rusia, todos unidos. Vista la situación actual, da la sensación de que tantos anhelos y tantos esfuerzos no han servido para nada. No hemos sido capaces de hacer nada, ni de lograr que se montase un corredor humanitario en Alepo para que los civiles pudiesen huir, ni de sentar a las partes a negociar, ni de acoger a los refugiados de una manera digna. Eso sí, machacar a griegos y portugueses y hacer que la crisis económica sea mucho más profunda e injusta, eso, lo hemos hecho genial.

Si estuviésemos desayunando juntos, os confesaría que yo no sé cuál es la solución, no sé qué debemos o podemos hacer desde nuestras casas . Se que parezco bipolar, recetas, decoración y después ¿estos desayunos?. Creo en nuestras acciones, en que hay símbolos que son muy importantes, y muchas de las tradiciones navideñas nos deben de hacen reflexionar sobre nosotros mismos, sobre nuestro día a día. Creo que una de las pequeñas cosas que podemos hacer, es educar a una nueva generación que se va a encontrar con las cosas mucho peor, así que enseñarles a compartir y a ser solidarios es lo más importante que podemos enseñarles en estas fechas. 

Si estuviésemos desayunando juntos, os diría que este año me gustaría que los regalos de reyes fuesen otras cosas. Me gustaría ser capaz de regalar otros valores, otros principios, escapar de ese consumismo feroz y regalar cosas útiles, experiencias vitales que nos hagan reflexionar,  no sé cómo, pero voy a darle vueltas para ir sembrando algo en los regalos de este año.

¡Feliz fin de semana!

PD las galletas de la foto son Kourabiethes, unas galletas griegas típicas de navidad. El lunes os doy la receta y os hablo del precioso libro donde la encontré. Pero no olvides de pasarte por aquí el domingo que hay atracón de libros para terminar el año.