Para mí es el otoño en un plato, los ingredientes son básicos que siempre tengo en la despensa en esta época y una forma de preparar el arroz de lo más reconfortante para los días fríos.
INGREDIENTES para 4:
- 225 gr de arroz para risotto (arborio o carnaroli)
- dos litros de caldo de verduras
- 250 gr de calabaza
- 200 gr de setas de temporada
- una cebolla
- 60 gr de mantequilla
- 50 ml de vino blanco
- una cuña de queso parmesano
- sal
ELABORACIÓN:
Calentamos el caldo.
En una cazuela honda tipo cocotte ponemos la mitad de la mantequilla y la cebolla picada bien finita, sofreímos unos cinco minutos a fuego medio hasta que esté transparente. Un vez pasado este tiempo añadimos la calabaza cortadas en trocitos pequeños y sofreímos unos 5 minutos, añadimos las setas y sofreímos otros cinco minutos.
Añadimos el arroz y lo tostamos con los demás ingredientes durante unos minutos, sin parar de remover con una cuchara de madera, hasta que empiece a ponerse transparente. Cuando esté transparente es el momento de empezar con el líquido.
Añadimos el vino, y lo dejamos evaporar removiendo para que no se pegue. En cuanto se haya evaporado añadimos dos cucharones del caldo.
Este tipo de arroz necesita unas tres partes de agua por cada parte de arroz, así que es mejor pasarse haciendo caldo, que debe estar más bien salado, ya que el arroz no se sala, la sal se incorpora con el caldo, pero no os paséis que el vino y el queso también aportan sal.
Removemos suavemente pero sin parar, para que se vaya soltando el almidón del arroz. En cuanto se reduzca el líquido volvemos a añadir otra cucharada de caldo y repetimos el proceso durante el tiempo que indique el arroz.
Una vez pasado el tiempo, retiramos la olla del fuego y la dejamos reposar sin tapar durante cinco minutos. pasado este tiempo, añadimos la otra mitad de la mantequilla cortada en dados y bastante queso parmesano recién rallado. Con la cuchara de madera batimos bien para que emulsión la mezcla, dando como resultado un arroz meloso, suave y cremoso. Servir inmediatamente con más queso parmesano.
Calentamos el caldo.
En una cazuela honda tipo cocotte ponemos la mitad de la mantequilla y la cebolla picada bien finita, sofreímos unos cinco minutos a fuego medio hasta que esté transparente. Un vez pasado este tiempo añadimos la calabaza cortadas en trocitos pequeños y sofreímos unos 5 minutos, añadimos las setas y sofreímos otros cinco minutos.
Añadimos el arroz y lo tostamos con los demás ingredientes durante unos minutos, sin parar de remover con una cuchara de madera, hasta que empiece a ponerse transparente. Cuando esté transparente es el momento de empezar con el líquido.
Añadimos el vino, y lo dejamos evaporar removiendo para que no se pegue. En cuanto se haya evaporado añadimos dos cucharones del caldo.
Este tipo de arroz necesita unas tres partes de agua por cada parte de arroz, así que es mejor pasarse haciendo caldo, que debe estar más bien salado, ya que el arroz no se sala, la sal se incorpora con el caldo, pero no os paséis que el vino y el queso también aportan sal.
Removemos suavemente pero sin parar, para que se vaya soltando el almidón del arroz. En cuanto se reduzca el líquido volvemos a añadir otra cucharada de caldo y repetimos el proceso durante el tiempo que indique el arroz.
Una vez pasado el tiempo, retiramos la olla del fuego y la dejamos reposar sin tapar durante cinco minutos. pasado este tiempo, añadimos la otra mitad de la mantequilla cortada en dados y bastante queso parmesano recién rallado. Con la cuchara de madera batimos bien para que emulsión la mezcla, dando como resultado un arroz meloso, suave y cremoso. Servir inmediatamente con más queso parmesano.
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