El domingo pasado preparé una baklava, para mí es uno de los complementos perfectos para acompañar el te. Parece complicado pero no lo es en absoluto, la pasta crujiente, los frutos secos y el sirope meloso hacen un bocado delicioso.
INGREDIENTES:
Para la masa:
- 180 grs. mantequilla, derretida y enfriada
- Un paquete de pasta filo
- Pistachos verdes picados, para decorar
- 340 grs. de azúcar
- 200 ml. de agua
- 2 cucharadas miel
- 2 cucharaditas de agua de azahar
- La ralladura piel de un limón
- 200 grs. de nueces
- 250gr. pistachos verdes
- 2 cucharadas de azúcar de caña
ELABORACIÓN:
Primero pelamos los frutos secos (los pistachos y las nueces), los picamos en trozos pequeños con el cuchillo. Mezclamos en un bol con las dos cucharadas de azúcar y reservamos. Precalentamos el horno a 180 ºc, calor arriba y abajo.
Una vez preparado el relleno, vamos a preparar el sirope. En una olla pequeña ponemos el azúcar, el agua y la miel, lo ponemos al fuego a temperatura media y vamos removiendo hasta que el azúcar se derrita. Añadimos el agua de azahar y limón, llevamos a ebullición. Mantenemos a ebullición lenta durante unos seis minutos hasta que el sirope se haya espesado ligeramente. Retiramos la olla del fuego y dejamos enfriar.
Sacamos la pasta filo de la nevera y colocamos las hojas estiradas sobre la mesa de trabajo, las tapamos con un trapo húmedo para que no se sequen y se rompan. Barnizamos el molde con la mantequilla derretida. Colocamos 4 o 5 capas de filo en la base, barnizando cada capa con mantequilla. Añadimos la mitad del relleno distribuyéndolo uniformemente con la ayuda de una cuchara. Colocamos otras 4 o 5 capas de pasta barnizadas con mantequilla. Añadimos la otra mitad de la mezcla y cubrimos con otras 4 o 5 capas de filo barnizadas con mantequilla.
Con un cuchillo muy afilado, cortamos la baklava en cuadrados o con forma de diamante. Metemos el molde en la bandeja central del horno y cocinamos durante unos 25 minutos, o hasta que la pasta filo tenga un color dorado y crujiente. La sacamos del horno y en caliente vertemos el sirope sobre la superficie y espolvoreamos con unos trocitos de pistacho para decorar. Dejamos enfriar y servimos.
NOTAS:
Estas cantidades son para un molde cuadrado de unos 20 cms.
Esta receta cómo casi todas las que comparto con vosotros, es fácilmente adaptable a vuestros gustos, podéis añadirle avellanas, nueces pacanas, piñones, almendras e incluso chocolate.
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