Esta es una preparación que no tiene niguna ciencia, es una receta base para combinar con un montón de platos, para hacer aperitivos con quesos cremosos o foie, para guarnición con caza o un solomillo.
INGREDIENTES:
- 2 Cebollas
- 2 cucharadas soperas de azúcar moreno
- 1 cucharadita de sal
- 3 cucharadas soperas de aceite
- 2 cucharadas soperas de mantequilla
ELABORACIÓN:
Cortamos la cebolla en juliana muy finita, en un cazo grande ponemos al fuego el aceite con la mantequilla, cuando la mantequilla empiece a espumar añadimos por capas la mitad de la cebolla, la mitad del azúcar y la sal, añadimos el resto de la cebolla y por último el resto del azúcar y dejamos hacerse durante veinte minutos a fuego muy suave. Los últimos cinco minutos subimos el fuego y removemos sin parar hasta que coja un color oscuro.
NOTAS:
Durante los últimos minutos podemos añadir una copita de vino blanco y dejarlo reducir.
La cebolla va a ir soltando agua, por eso alternamos las capas de cebolla y azúcar para que se caramelicen por igual.
Cortamos la cebolla en juliana muy finita, en un cazo grande ponemos al fuego el aceite con la mantequilla, cuando la mantequilla empiece a espumar añadimos por capas la mitad de la cebolla, la mitad del azúcar y la sal, añadimos el resto de la cebolla y por último el resto del azúcar y dejamos hacerse durante veinte minutos a fuego muy suave. Los últimos cinco minutos subimos el fuego y removemos sin parar hasta que coja un color oscuro.
NOTAS:
Durante los últimos minutos podemos añadir una copita de vino blanco y dejarlo reducir.
La cebolla va a ir soltando agua, por eso alternamos las capas de cebolla y azúcar para que se caramelicen por igual.
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