¡Buenos días! Hoy como todos los viernes
os invito a desayunar en mi casa, ¿os animáis a coger vuestro café y
tomároslo conmigo?
Si estuviésemos desayunando juntos os daría a todas las gracias por la buena acogida que ha tenido el post del domingo sobre los libros, espero que me vayáis acompañando y que vayamos intercambiando títulos que os han gustado, autores nuevos, géneros distintos... yo estoy más que contenta con el reto y os animo a que si no puede ser uno a la semana, a que elijáis cada mes el libro que más os apetezca leer, lo importante es que cada uno encuentre su ritmo y no lo deje, en este artículo podéis encontrar ideas que os ayudarán si queréis poneros el vuestro propio.
Si estuviésemos desayunando juntos os contaría que este año no me voy a hacer propósitos de año nuevo, me he planteado una serie de cosas que quiero hacer a lo largo plazo; lo de los libros, hacer una foto bonita al día (es el tercer año que lo empiezo, a ver si este consigo terminarlo), terminar unos cuantos cursos on line que tengo a medias antes de hacer ninguno nuevo y cosas del estilo. Creo que no soy la única Marta y Bárbara de Mi Cesta de Mimbre nos hablan de empezar el año siendo conscientes de las 366 oportunidades que tenemos por delante e Isabel de Xanela Chic nos regala unas fotos maravillosas de sus hijos para hablarnos de lo importante que espera de 2016.
Si estuviésemos desayunando juntos os contaría que en mi caso mi principal meta este año es mejorar como madre y como persona, quiero trabajar con los niños en una propuesta que nos hace Nuria Pérez desde su blog Spark and Rockets; trabajar doce habilidades emocionales que son importantes para ellos en su desarrollo como personas, porque estoy convencida de que va a ser profundamente enriquecedor para toda la familia. Si no habéis visto el vídeo os animo a hacerlo, te llena de energía y optimismo. Espero ser capaz de hacerlo y sobre todo aprender mucho por el camino.
Si estuviésemos desayunando juntos os contaría al hilo de esto, que me ha encantado esta reflexión de Raquel de Petit-On, me parece importante hacer ver a los niños que no sólo no pasa nada por estar tristes a veces, sino que es positivo sacar esos sentimientos fuera. Yo soy optimista por naturaleza, siempre intento ver el lado lleno del vaso, pero hay ocasiones en las que es necesario llorar, desahogarse para poder pasar página y continuar, a veces si no lloras te inundas.
Si estuviésemos desayunando juntos os contaría que volviendo al lado positivo de la vida y aunque no me gusta hablar de política en esta tribuna, me ha gustado mucho este artículo sobre el sociólogo Zygmunt Bauman en el que no sólo habla de la trampa de las redes sociales, sino también del ocaso de la democracia o de los movimientos de los indignados. Él da su opinión global que me parece enormemente lúcida. Yo, que como ya os he dicho antes soy optimista, sólo espero que en nuestro recién estrenado parlamento veamos políticos de suficiente mira como para ponerse a trabajar y llevar a cabo los cambios que la sociedad demanda y necesita, desde el acuerdo, desde el diálogo y desde el respeto mutuo.
Si estuviésemos desayunando juntos os diría que con todo el revuelo que se ha originado con el bebé de Carolina Bescansa no podía parar de pensar en lo que proponía Nuria Pérez a principio de año sobre no criticarnos. A cada uno le parecerá bien o mal la forma de poner el punto de foco en la conciliación, de la que ya hemos hablado largo y tendido, pero señores: ¡Dejénse de criticar y pónganse a trabajar!.
Pd: las galletas de la foto son compradas pero si queréis hacer unas parecidas tenéis la receta aquí, podéis ver como hice la estrella de la foto aquí.
¡Nos vemos el domingo!
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